... Y es que el amor de DIOS te da vida...
El amor no tendría sentido sino comprendiera
quién es el amor, no importa de dónde proviene sino quién lo provee, y es que
el amor es vida, es esperanza, es consuelo, es perseverancia, es todo.
Imposible no pensar en DIOS cuando hablamos
de amor, imposible no expresar gracia incomparable en nuestra vida cuando el
amor está en nosotros, no existe nada fuera del amor de Dios, no existe nada
que pueda igualar la paz que sentimos cuando recibimos el amor de Dios en
nuestro corazón.
La tristeza no tiene cabida cuando
decidimos vivir en este amor, el resentimiento no tiene autoridad cuando
decidimos seguir el ejemplo del amor de Cristo en la tierra, es que no por nada
nuestro SEÑOR se hizo hombre, él sintió lo que todos sentimos, él vivió lo que
todos vivimos, él se hizo carne y aunque nunca pecó, él comprende lo que
sientes cuando no tienes una vida dentro del amor de PADRE.
La carne es débil, sí, pero somos nosotros los
que decidimos cómo sujetamos la carne, es nuestra decisión vivir o no dentro de
la voluntad del CREADOR, queda de nuestra parte pararnos en la raya y proceder
a la meta viviendo conforme al propósito de DIOS para cada uno y si le hemos
recibido entonces podremos dar de Él a quien lo necesite, podremos dar el Amor
que es Cristo a todos aquellos que vean nuestro ejemplo como discípulos del
SEÑOR.
Y es que el amor de DIOS te da vida, una vida en
la que fluye la paz que sobrepasa todo entendimiento, y no deja que se anclen
los vacíos, ni la soledad, una vida que no es de compararse con los
placeres del mundo, un mundo del que no somos, aun cuando vivamos en él, porque
no somos iguales sino que marcamos la diferencia.
...Y es que, el Amor es DIOS.
((R.Lóga)).